A mediados de la década de los 70, un psicólogo llamado Claes F. Janssen desarrollo un interesante teoría sobre el cambio. Cada vez que tenemos que afrontar una decisión o un cambio, pasamos por un proceso mental personal y único pero que puede ser ubicado en 4 distintos escenarios, según Janssen correspondería a las cuatro habitaciones de una casa.
En cada estado pasamos más o menos tiempo dependiendo del tipo de carácter, tipo de cambio y de la consciencia del mismo de una manera muy gráfica podemos representarlo de la siguiente manera:
Primera habitación: estamos cómodos y reacios al cambio: Sala de confort o bienestar. Siguiendo el símil de la casa, en esta habitación es dónde se encontrarían todas las comodidades un gran sofá “Chaise Longe” una gran pantalla de televisión, una agradable temperatura y ninguna incomodidad. Vivir en esta habitación no nos consume energía mental y no resulta difícil adaptarse a este ritmo de vida.
Segunda habitación: Negamos o no queremos aceptar. Aunque nos sentimos aun relativamente cómodos sabemos que hay algo que debe cambiarse y nos produce una relativa ansiedad pues deseamos volver a recuperar el control total. pero estamos tensos porque sabemos que hay algo que cambiar, aunque lo negamos para intentar volver a la sensación de control. En esta situación podemos permanecer en esta habitación o avanzar a la siguiente habitación.
Tercera habitación: Estamos confusos y desorientados. Al fin nos hemos animado a seguir avanzando y hemos llegado a la siguiente habitación donde sabemos lo que queremos pero no cómo lo vamos a conseguir. Aunque contamos con energías y ganas no sabemos como conjugar ambas variables para obtener los resultados deseados y esto nos produce una sensación de confusión y vértigo.
Cuarta habitación: Ponemos en aplicación nuestras ideas. Esta es la habitación que realmente marca la diferencia. En esta sala se decide quién triunfa y quien fracasa. Una vez hemos hecho acopio de energías para abandonar la tercera sala, entramos decididamente en esta habitación para dejar de lado nuestras dudas y ponernos a trabajar y producir el cambio deseado. Cuando alcancemos el cambio llegaremos otra vez a una zona de confort, una merecida habitación 1 hasta que un nuevo ciclo nos levante de nuestro “sofá” y nos empuje a seguir avanzando.
La personalidad de cada uno, la capacidad de afrontar nuevos retos y nuestra carrera tanto personal como profesional se definirán en las siguientes cuestiones: ¿Cuál es mi habitación favorita? ¿En cuál paso más tiempo? ¿De qué manera paso entre ellas? ¿Cuánto tiempo empleo en cruzar de la segunda a la tercera? ¿Soy ágil, o me cuesta avanzar entre las habitaciones? Todos vivimos y nos movemos por las 4 habitaciones, es un ciclo que se repita innumerables veces en nuestra vida profesional, familiar y personal. Dependiendo de la valentía, determinación y constancia empleadas en avanzar entre las distintas habitaciones conformaremos un estilo personal propio que se reflejará en acciones concretas.
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